Pandemia no impidió la votación; llegan con su credencial del INE… y su mascarilla
CIUDAD DE MÉXICO. En una votación sin precedentes, los capitalinos acudieron a sufragar bajo estrictas medidas de prevención de contagios de covid-19, con cubrebocas y aplicación de gel antibacterial como principales elementos.
En casi todas las casillas observadas se intentó cumplir con las medidas de higiene básicas para prevenir contagios, pero la alta afluencia que se observó durante varios momentos de la jornada superó la logística diseñada por las autoridades electorales.
Una de las sedes con alta afluencia fue la 3960 en donde votó la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Los votantes consideraron que las medidas de higiene se aplicaron razonablemente bien.
Reparten gel antibacterial, todo mundo trae cubrebocas, careta, no tocaron mi INE, solamente lo vieron y al final me dieron más gel”, dijo Fernanda del Olmo, de la colonia Pedregal de Santo Domingo.
No ha habido nadie que no llegue con su propio cubrebocas y si alguna llegara sin cubrebocas nosotros tendríamos cubrebocas para darles”, dijo Avelino Guardado, segundo escrutador de la casilla 0495.
Sin embargo, hubo sitios en los que fue notorio el contraste entre quienes se cuidan del SARS-CoV-2 y quienes lo desafían.
Por ejemplo, las calles en el centro de Azcapotzalco se olvidaron del virus. Fue un domingo electoral para muchos, de esparcimiento para otros más. Los restaurantes no parecieron cumplir con las medidas o se confiaron del virtual cambio al semáforo verde; ignoraron por completo que menos de 15% de la población ha sido vacunada y sus mesas no guardaban mucha distancia, por consecuencia, se comió en formato mueganitos, se tomó helado en las explanadas y muchos locales lucieron algo atiborrados.
La personas que asistieron a votar acataron las reglas de usar cubrebocas y desinfectar las manos antes y después de marcar las boletas, y funcionarios se aseguraron de cumplir el lineamiento dictado por las autoridades de salud.
El semáforo ha cambiado, pero la pandemia sigue. Un aviso pareció haber dado muchas libertades a la población. En las casillas, por fortuna, hubo un poco más de cultura civil: al mediodía, la secundaria 54 tenía poca afluencia de electores, mucho orden, muchos colores de mascarillas y distancia el uno de los otros. A una cuadra, lo mismo, nadie presumió ya tener su doble dosis ni se sintió invencible como para asistir sin protección. Y los funcionarios lo agradecieron.
Polanco fue una colonia fantasmagórica por la tarde. En la representación del estado de Guerrero, ubicada en la calle Arquímedes, un par de trabajadoras de casilla salió a beber refresco y darse un respiro. La asistencia era muy poca a esas horas. Sí dio tiempo de fraternizar con los vigilantes de casilla, echarse un cigarrito y esperar. La mañana fue más movida para ellos.
Ni se diga para el Colegio Romera, unas cuadras más arriba, un colegio privado con los recursos para fomentar la seguridad a los votantes: colocaron un arco de desinfección, un filtro más para no pensar en lo peor. Y, por fortuna, funcionó. Según Emilio Guerra Romera, estas elecciones tuvieron más asistencia e interés que otras.
Faltan dos horas y ya llevamos más de 300 boletas, cuando en elecciones pasadas no llegamos ni al 50%. Estuvimos muy bajos”, compartió. Un perrito Border Collie merodeó el lugar y recibió al electorado. Los vigilantes, de igual forma, aplaudieron el entusiasmo de los vecinos. Era la hora de comer y los chilaquiles habían llegado para el visor del Partido Acción Nacional.
Eso sí, reportaron que el inicio en esta casilla fue fatal respecto a la sana distancia. Afortunadamente, después de la caótica apertura, todo mejoró. Nada que lamentar, tampoco se escucharon los supuestos balazos lanzados en la zona hasta las 16:00 horas que se abandonó el sitio.
En Lomas de Sotelo fue un ejemplo de cultura civil y sanitaria, pese a ser un lugar poco concurrido, al interior de la unidad se tuvo la costumbre, sin necesidad de tener a alguien para recordárselo, de guardar el respectivo metro y medio de distancia. Los tres policías bancarios que vigilaron la casilla tuvieron oportunidad de hablar del recién campeonato del Cruz Azul mientras comían unos cacahuates.
EMPIEZAN A IGNORAR MEDIDAS
La Benito Juárez, al interior del Centro Urbano Presidente Alemán, colocó las señales a un metro de distancia, solicitando a los vecinos permanecer a un metro del otro. Era importante seguirlo, porque, de acuerdo con lo platicado por varios vecinos, compañeros del llamado Multi fallecieron a causa de covid-19 y las precauciones se redoblaron: sólo se permiten dos personas en los elevadores y nadie puede usarlos sin mascarilla. Pero en las canchas de futbol, la prevención ya no existe, se juegan retas, frontón y basquetbol sin la mínima protección.
A una cuadra, el caos reinaba en la casilla especial frente al Hospital 20 de noviembre, detrás, sobre la calle Martín Mendalde, en la escuela primaria Reino Unido de la Gran Bretaña, dos funcionarias miraban con desconcierto la kilométrica fila para poder emitir el voto.
En la esquina, un local de hamburguesas a la parrilla poco concurrido hacía su agosto con las personas que llevaban más de ocho horas formadas. Un ventilador, empujando el humo casi en dirección a los impacientes, fue su ruin, pero positiva estrategia. Su lugar estuvo lleno hasta las 19:00 horas que el caos terminó con la intervención pacífica de la policía.
Durante toda la jornada electoral, el proceso de votación se vio impactado por la pandemia.
Las medidas sanitarias como aplicación de gel, santizacion de casillas, protocolo de sana distancia y uso obligatorio de cubrebocas marcaron retrasos en la apertura de casillas en distintos puntos, entre ellos, en la colonia Roma.
En la escuela Primaria capitán Emilio Carranza ubicada en Orizaba número 90, la casilla 4525 fue abierta a las 8:29 horas, debido a la sanitización del lugar y establecer el acceso al inmueble de dos personas por turno.
La primera en ingresar fue María del Carmen Balderas de 86 años de edad, quien a lo largo de su vida no ha dejado de votar.
Vine a votar porque es un deber civil”, respondió firme la mujer de cabellera blanca.
En la casilla de Durango 67A, también fueron observadas largas filas debido al protocolo de ingreso, donde además de aplicar gel, sanitizaban los espacios luego de que las personas emitían su voto.