Datos que quizás no conocías sobre la ofrenda de Día de Muertos
El Día de Muertos es una de las tradiciones más representativas de México, declarada en 2003 como Patrimonio de la Humanidad por la La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Poner una ofrenda o un altar a nuestros difuntos, es parte de esta celebración. Aquí te decimos su significado.
El Día de Muertos surgió en la época prehispánica, y el acto de morir significaba el comienzo de un viaje hacia el Mictlán o el reino de los muertos.
En dicha época, conservar los cráneos era sinónimo de trofeo, y los mostraban durante los rituales que simbolizaban muerte y renacimiento.
En los entierros, llevaban los objetos que el difunto en vida utilizaba, y los que podía necesitar durante el tránsito al inframundo.
Después de la conquista de México, hubo una mezcla entre la evangelización cristiana y las creencias indígenas, dando como resultado el catolicismo.
Posteriormente comenzaron a celebrar el Día de los Fieles Difuntos, es decir, veneraban los restos de santos europeos y asiáticos recibidos en el Puerto de Veracruz y transportados a diferentes destinos.
Las ceremonias eran acompañadas por arcos de flores, oraciones, procesiones y bendiciones de los restos en las iglesias.
Además de ser acompañadas con reliquias de pan de azúcar, los antecesores de las calaveritas, y el ahora pan de muerto.
La fusión de las costumbres españolas e indígenas originó lo que conocemos actualmente como Día de Muertos.
Día de Muertos se celebra el 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre.
Se cree que las ánimas de los difuntos regresan esas noches para disfrutar de los platillos y flores que sus familiares les ofrecen en la ofrenda.
Los niveles de la ofrenda o altar de Día de Muertos, representan los diferentes niveles de la existencia.
Dos niveles. Las ofrendas que tienen dos niveles, representan el cielo y la tierra.
Tres niveles. El tercer piso, añade a la visión anterior el concepto del purgatorio.
Siete niveles. Considerado el tradicional por excelencia, simboliza los pasos necesarios para llegar al cielo y así poder descansar en paz.
Es fundamental que cada uno de los escalones se debe de forrar de tela negra y blanca, por su diferente significado.
Primer escalón. Se coloca la imagen del santo al que se le tenga mayor devoción.
Segundo escalón. Se destina a las ánimas del purgatorio. De acuerdo con las creencias, este sirve para que el alma del difunto pueda salir en caso de encontrarse ahí.
Tercer escalón. Se coloca sal, símbolo de la purificación del espíritu para los niños del purgatorio.
Cuarto escalón Se ofrece el pan de muerto como alimento a las ánimas que por ahí transitan.
Quinto escalón. Se coloca el alimento y las frutas preferidas del difunto.
Sexto escalón. Se ponen las fotografías de las personas ya fallecidas, las cuales se recuerda por medio de la ofrenda de Día de Muertos.
Séptimo escalón. Se coloca una cruz formada por semillas o frutas, como el tejocote y la lima.