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Abrogar la Ley de Aguas Nacionales como lo plantea Morena y el PT es riesgoso, advierte Víctor Lichtinger Waisman

El extitular de la Semarnat considera que las cuatro iniciativas presentadas en el Congreso por Morena y el PT para abrogar la Ley de Aguas Nacionales contienen puntos que generarían problemas sociales y no solucionarían los grandes temas pendientes en la materia.


El presidente del Consejo Consultivo del Agua (CCA), Víctor Lichtinger Waisman, alertó sobre el riesgo que constituye la abrogación de la Ley de Aguas Nacionales y la creación de una Ley General de Aguas, en los términos planteados por las iniciativas presentadas por diputados de Morena y del Partido del Trabajo.

En entrevista, el experto en asuntos relacionados con ese elemento y quien fuera secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en el sexenio del presidente Vicente Fox, afirmó que de ser aprobada cualquiera de las cuatro iniciativas presentadas (tres de Morena y una del PT) o una combinación de las cuatro, pondrían en grave riesgo el sistema hídrico nacional e incluso, generaría problemas de paz social, además de que no resolverían los graves pendientes que enfrenta el país en ese sector.

Concretamente dijo que sería un desatino quitarle la facultad para el otorgamiento de concesiones del agua al Ejecutivo y asignárselo a consejos ciudadanos, tal como esas iniciativas pretenden, lo cual no puede ser porque se trata de un bien nacional.

La idea de los diputados de Morena y del PT es eliminar la corrupción que hay en el otorgamiento de concesiones para el uso de agua, quitándole la facultad al gobierno y entregársela a ciudadanos, lo cual, en opinión del experto, es loable, pero también es un desatino, que lo único que generaría es nuevos conflictos. “De prosperar ese tipo de iniciativas lo que ocurrirá son una escalada de amparos”.

Argumentó que el único facultado para otorgar concesiones para el uso de agua es el Ejecutivo. “Es inconstitucional pasarle la responsabilidad a la sociedad. La sociedad no es autoridad”.

Dijo que lo que se debe hacer es lograr un gobierno eficaz, honesto, pero no pasarle sus responsabilidades a la sociedad.

El exfuncionario mencionó que también es un desatino la propuesta de los legisladores de acortar las concesiones y someterlas a revisión, cada dos años, por los consejos ciudadanos, lo cual es ilógico, ya que las concesiones tienen que dar certeza a los inversionistas.


Son iniciativas bien intencionadas, pero son hechas por personas que no tienen ni idea de cómo se generan decisiones económicas y de ser aprobadas en esos términos van a generar mucha inestabilidad y tampoco van a responder los problemas críticos del agua que requieren cambios muy diferentes a los que ahí se están planteando.

En este sentido explicó que el problema principal relacionado con ese recurso natural en México es que todavía hay alrededor de 10 millones de mexicanos que no tienen acceso al agua.

Eso se tiene muy claro desde hace años e, incluso, en 2012, el Congreso de la Unión aprobó una reforma al artículo cuarto constitucional para establecer la obligación del Estado mexicano de cumplir con el derecho humano al agua universal.

En esa reforma se planteó la obligación de emitir una ley secundaria para cumplir con el ordenamiento, lo cual nunca se realizó.

Dijo que, por una razón de justicia social, ética y legislativa, el Congreso debería cumplir con esa obligación que tiene pendiente desde hace años.

Por otra parte, llamó la atención en la tremenda crisis del agua que hay en el país debido a la contaminación de ríos y lagos, propiciada por la actividad humana.

Recordó que, a través de los años, la solución a los problemas que para algunas autoridades han representado los ríos que pasan por zonas pobladas ha sido entubarlos o taparlos con calles y la mayoría de ellos están contaminados y las iniciativas de la llamada Cuarta Transformación del país no están dirigidas a resolver este problema.

Asimismo, recalcó que hay una fuerte sobre explotación de los mantos freáticos, lo cual ha ocasionado que el agua se extraiga de zonas muy profundas donde el líquido tiene concentraciones de sustancias que la hacen no apta para el consumo humano.

Dijo que hay alrededor de 150 mantos freáticos o aguas subterráneas que están sobreexplotadas, las cuales están en las zonas más densamente pobladas.

Por otra parte, indicó que es necesario solucionar el llamado estrés hídrico, que no es otra cosa que la disponibilidad de agua por habitante y el cual está creciendo de una manera muy preocupante, sobre todo en las zonas del Bajío y Norte del país.

Dijo que eso es un problema no sólo por lo que representa la disponibilidad de agua para el consumo humano en las viviendas, sino para el crecimiento económico.

Comentó que muchas empresas han decidido no invertir en algunas regiones del país simplemente porque se dan cuenta que no van a tener agua disponible para sus procesos industriales.

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